Homo sum et nihil humanum a me alieno puto

martes, 9 de octubre de 2007

En recuerdo del Che


Hace cuarenta años, tal día como hoy (9 de octubre) un comando formado por soldados del ejército boliviano y hombres de la CIA acababan con la vida del Che Guevara, tras haberlo apresado el día anterior en la selva boliviana. Ese día despareció físicamente Ernesto Guevara, pero nació el mito del Che, de gran calado aún cuarenta años después. Como sincero homenaje y también con la intención de analizar la importancia que para mí tiene su figura, le dediqué un artículo en la revista del colegio mayor (Lonxe), salida en julio de este año. En los siguientes días transcribiré el artículo a este espacio con el fin de que llegue a más gente.

Hoy baste con apostillar:

Al Che, el idealista que, como diría Celaya, creía en la poesía de quienes toman partido, partido hasta mancharse en pos de una sociedad más igualitaria donde la injusticia, las vejaciones y la opresión no tuviesen cabida. In memoriam.

4 comentarios:

José Anido dijo...

Vamos, hombre.

¿Me quieres decir que a un hombre que hizo de la violencia su modo de vida vamos a recordarlo con honores?

Si hablásemos de Allende, de Gandhi o de otro semejante aún bueno,¿pero del Che? Icono de los pijos revolucionarios. Un pequeño burgués que se dedicó a hacer el interrail en moto por las Américas en vez de trabajar.

Y porque lo mataron, si no o bien habría montado una dictadura a la Castro, o bien estaría en la selva con las FARC secuestrando a gente inocente y controlando el narcotráfico.

Descanse en paz y que el Señor le perdone tener las manos manchadas de sangre.

Rubén dijo...

Nictato, Nictato... Se ve que no conoces lo suficiente la vida, obra e ideales del Che. Él no fue ningún terrorista; de hecho, en su Guerra de guerrillas condena el terrorismo. Tampoco codició el poder (prueba de ello es que rechazó su puesto de misnistro en Cuba y que, cuando lo fue, no dejó de trabajar a pie de campo, en faenas de todo tipo, con sus compañeros). Creo que el artículo que escribí para Lonxe te puede ayudar a ver de otro modo al Che. En unos días lo publicaré en este blog.

José Anido dijo...

La pregunta es: ¿mató o no mató el Che a alguien?

La respuesta clara es que sí. Con la escusa del idealismo justificaba la violencia: es exactamente igual que la Baader-Meinhoff, o las FARC.

Su ideal era crear guerrillas por toda iberoamerica, es decir, bandas de asesinos. Poniéndose así al mismo nivel que las dictaduras que atacaba, sirviéndoles de coartada.

Hoy en día, sólo lo conmemoran con pompa y boato gente como Chavez, Morales o Castro, gente, en definitiva, que utiliza el populismo como herramienta de poder. En donde los ideales del Che se materializan solo impera esclavitud, dictadura y muerte.

No, Ruben, no. No era mejor que aquellos a los que atacaba. En cierto modo era peor: si creía en los más desfavorecidos ,estaba obligado a un standar moral más alto. De un Pinochet ya sabemos qué esperar, de un luchador por la libertad esperamos mucho más y no baños de sangre como los promovidos por Ernesto.

La verdad se impone por la fuerza de la verdad, no por la violencia. Ese es el error y el pecado original del Che. Mucha poesía,y mucho lirismo, pero a la hora de la verdad, él empuñaba un arma.

A diferencia de otros que pedían la paz y la palabra, este sujeto pedía balas y plomo para los que no pensaban como él.

Todo un ejemplo a seguir, creo que Josu Ternera tiene sus obras completas en su mesilla de noche.

P.D.: Estoy deseando volver a Santiago para poder darte un abrazo, ¡maldito olmíada de las narices!

:-)

Anónimo dijo...

Por mucho que la figura del che se haya manifestado como la izquierda idealista, creo que los políticos y gestores que hicieron que el estado del bienestar llegase a la mayor parte de la población son los héroes olvidados de la historia. Flaco favor le hace el che a la izquierda de verdad, aquella que si que ha logrado aumentar los beneficios de las clases más desfavorecidas.

También Roberpierre tuvo una gran idea: la obligatoriedad de la educación básica, pero no ha pasado a la historia por eso, sino por el terror y el gran terror. Reflexiona