Homo sum et nihil humanum a me alieno puto

viernes, 5 de diciembre de 2008

Suzanne

"Suzanne takes you down to her place newer the river
You can hear the boats go by
You can spend the night beside her
And you know that she's half crazy
But thats why you want to be there
And she feeds you tea and oranges
That come all the way from China
And just when you mean to tell her
That you have no love to give her
Then she gets you on her wavelength
And she lets the river answer
That you've always been her lover
And you want to travel with her
And you want to travel blind
And you know that she will trust you
For youve touched her perfect body with your mind.

And Jesus was a sailor
When he walked upon the water
And he spent a long time watching
From his lonely wooden tower
And when he knew for certain
Only drowning men could see him
He said all men will be sailors then
Until the sea shall free them
But he himself was broken
Long before the sky would open
Forsaken, almost human
He sank beneath your wisdom like a stone
And you want to travel with him
And you want to travel blind
And you think maybe you'll trust him
For hes touched your perfect body with his mind.

Now Suzanne takes you hand
And she leads you to the river
She is wearing rags and feathers
From salvation army counters
And the sun pours down like honey
On our lady of the harbour
And she shows you where to look
Among the garbage and the flowers
There are heroes in the seaweed
There are children in the morning
They are leaning out for love
And they will lean that way forever
While suzanne holds the mirror
And you want to travel with her
And you want to travel blind
And you know that she will trust you
For shes touched your perfect body with her mind."

Leonard Cohen, Suzanne.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Segovia

Nunca había estado en Segovia, así que el pasado domingo, mi amigo el Teutón y yo decidimos visitarla. Hizo un día típico del invierno castellano: el cielo gris, un frío seco y cortante y un paisaje urbano y campestre (el que se veía a las afueras de la ciudad) que yo denominaría estoico -si se me permite otorgarle personalidad al paisaje castellano. Una estampa que gustaba mucho a don Antonio Machado, que vivió doce años en Segovia, como catedrático de francés del instituto de la ciudad. La pensión en la que vivió es hoy una casa-museo dedicada a él. No sabía de su existencia, y fue una bonita sorpresa y uan oportunidad única de acercarme a uno de los lugares vitales del poeta. Allí me compré su Soledades. Galerías. Otros poemas, con el sello del museo que lleva su efigie, con lo que la visita ha servido para meterme de lleno en su obra.
Lo curioso es que ya incluso antes de saber que allí estaba la casa-museo de Machado Segovia me hacía recordar a la Generación del 98 y su gusto por las tierras castellanas. También me acordé de mi gran profesor de Literatura Universal del Instituto, Jorge de Vivero, que comparte con los noventayochistas el placer de viajar y conocer Castilla. Asimismo, me vino a la mente el nombre de uno de los mejores amigos de mi padre mientras estudió en Madrid: Ricardo, segoviano que es para mí un personaje entrañable que forma parte de mi memoria familiar de tantas veces que mi padre y yo hemos hablado de esos tiempos.
Además de Machado y del sobrio -árido, desnudo, incluso- paisaje castellano, Segovia me ha dejado dos imágenes más: la del majestuoso acueducto, a mayor gloria de mis queridos romanos, y la del alcázar de los Trastámara, que me llevó a pensar en los turbulentos y a la vez apasionantes tiempos bajomedievales. Ese período siempre me ha resultado muy atractivo, en varios aspectos, y no pude evitar recitar en el alcázar algunos versos de las sobrecogedoras Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique. Esta tierra castellana rezuma mucha poesía de recogimiento.

martes, 11 de noviembre de 2008

Un dios salvaje


El pasado viernes fui al teatro a ver una obra de la que se ha hablado muy bien desde que se estrenó y con razón. Un dios salvaje (Le dieu du carnage), de Yasmina Reza, es una comedia de trasfondo trágico, pues señala sin tapujos y con ironía -sarcasmo incluso- las apariencias e hipocresías en las que se ampara nuestra sociedad. Un niño pega a otro en el parque y los padres de ambos se reúnen en la casa de una de las familias para hablar de lo ocurrido. Lo que comienza con muy buenas maneras acaba en un desenmascaramiento de las miserias que cada uno de ellos esconde: el egoísmo, el rencor, la falta de ética, la envidia, la superficialidad... Un dios salvaje recupera, a mi parecer, la tradición europea de la crítica social y resulta, curiosamente, una grata novedad en un mundo teatral demasiado afectado todavía por esa enfermedad llamada posmodernismo (pedantería y timo, diría yo).
Maribel Verdú y Aitana Sánchez-Gijón están extraordinarias en sus papeles, pero no se quedan atrás su compañeros de reparto, Pere Ponce y Antonio Molero, que no son en absoluto meras comparsas sobre el escenario.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Obama y la posibilidad de un cambio.


Change we need, decía uno de sus eslóganes, y hoy el cambio ha llegado: Barack Obama, "el Afortunado" (si seguimos la etimología de su nombre), es al fin presidente de los Estados Unidos. Y, en mi opinión, es una buena noticia para todos. Este hombre se ve honesto, cae bien, tiene carisma, gran oratoria y, lo que es más importante, parece creer en el mensaje de esperanza y fraternidad que transmite. Su discurso, su presencia, su forma de ser... constituyen un soplo de aire fresco en la política norteamericana, encerrada en patrioterismos y en la autopromoción de influyentes clanes políticos (los Bush, los Clinton). Al fin un mestizo ha llegado a la Casa Blanca, larga espera desde que comenzó (con el chispazo de la rebelión de la valiente Rosa Parks) la lucha por los Derechos Civiles en EEUU. Porque Obama no es sólo negro, es mestizo, con lo cual su victoria es aún más relevante: no es una revancha, es una superación de viejas desigualdes. Además, en sus discursos Obama ha presentado lo más parecido a la socialdemocracia que se ha visto en EEUU desde Franklyn Delano Roosvelt. Esperemos que pueda llevar a la práctica sus ideas de cambio y que definitivamente se confirme que es, como se diría en la antigua Roma, "favorito de la Fortuna" y que eso revierta en el pueblo y en un nuevo concierto internacional. Al igual que opinaba Josep Ramoneda hoy en El País, yo también tengo ganas de volver a hablar bien de Estados Unidos.

martes, 28 de octubre de 2008

El Madrid y la leyenda arbitral (un artículo de Alfredo Relaño)

Os dejo con este artículo publicado hoy por el director del diario deportivo As, Alfredo Relaño, periodista sensato con el que en este caso estoy totalmente de acuerdo. ¡Qué importante es la memoria histórica!:

Habla Beenhakker con Enrique Ortego: "¡Qué me van a decir a mí después de lo de Tenerife!". Lo mismo podría comentar Benito Floro, que sufrió un arbitraje parecido, en las mismas circunstancias, con doce meses por medio. Ya entonces, en los primeros noventa, se supone que el Madrid debía purgar no sé qué abusos anteriores que no existieron. Cuantos más años pasan, más pienso que el Madrid ha perdido la batalla de la propaganda. Mientras se dedicó a construir el mejor club del Siglo XX, sus rivales directos construyeron en su contra una leyenda de favoritismo que aún hoy justifica algunas cosas.
El Madrid debe luchar contra esa leyenda. Pero no con cortes de mangas de Schuster, ni con declaraciones más o menos extemporáneas de Mijatovic. El Madrid tiene ahora una televisión, en la que puede poner imágenes. Puede poner ahí las jugadas de unos y otros, las entradas que para unos valen amarilla o roja, y para otros, no. Puede contraponer la carga de Pepe a Llorente con el empellón que sufrió De la Red ante el Espanyol. Puede poner las patadas que sufrió De la Red de Maniche tras soltar el balón con la que le dio Javier García al Kun Agüero, y sugerir la comparación.
Pero puede ir más allá. Puede explicar que tras la Guerra Civil el Atlético fue Atlético Aviación. Puede contar que Kubala fue nacionalizado y bautizado para jugar en el Barça y rodar "Los Ases buscan la Paz". Puede poner los cuatro goles que le anularon en 1960, en el Camp Nou el día que el Barça le echó, por primera vez, de la Copa de Europa. Puede contar quién fue Rigo, y cómo tras lo de Guruceta se nombró Delegado Nacional de Deportes al gerente del Barça. Puede poner cada poco lo que pasó dos años seguidos en Tenerife. Puede, de una vez, explicar que no debe nada a nadie. Para que no haya líos.

martes, 21 de octubre de 2008

La legión de los condenados (fragmento)

La legión de los condenados (1963), primer libro de los que forman la serie escrita por el danés Sven Hassel acerca de su experiencia personal durante la Segunda Guerra Mundial, narra las aventuras y padecimientos de un grupo de soldados que por diversos motivos (deserción, latrocinio, ideologías izquierdistas) fueron castigados y después integrados en un batallón disciplinario del ejército alemán. Es una novela muy entretenida, de estilo sencillo y sin grandes pretensiones, pero que contiene momentos de gran emotividad y dramatismo que muestran el absurdo y la crudeza de la guerra. Véase el siguiente fragmento:
"(...) Fleischmann llegó corriendo un día y nos dijo que su hermano era Oberfeldwebel a bordo de un tren blindado detenido a poca distancia de allí y que se disponía a regresar a Francia. Había metido en el ajo a su hermano y éste estaba dispuesto a hacer lo posible para repatriar a nuestras protegidas.
(...)
Las ayudamos a isntalarse. (...) Las tres nos besaron en la boca. Porta, emocionado, las llamó sus tres tortolitas y recibió, como recompensa, un beso suplementario.
Un poco más tarde, y no sin sentir que se nos oprimía el corazón, contemplamos cómo el enorme convoy se ponía en marcha y desapareció hacia el Oeste. (...)

Seis semanas después de esta separación, un resistente francés mató al hermano de Fleischmann, en Le Mans, de un tiro en la nuca, y le quitó su revólver. Si ese patriota francés hubiese sabido la historia de las tres mujeres deportadas, nunca habría actuado de tal manera. Pero ésta es la guerra en todo su esplendor. Monstruosa hasta el absurdo."


Sven Hassel, La legión de los condenados.

jueves, 16 de octubre de 2008

Argonautas

Y un alma
si quiere conocerse
en un alma
ha de verse:
al extranjero, al enemigo, los vimos en el espejo.

Los compañeros eran bravos muchachos,
ni la fatiga ni la sed ni las heladas
les hacían gritar,
tenían los modales de los árboles y de las olas
que acogen al viento y a la lluvia
acogen a la noche y al sol
sin cambiar en medio de los cambios.
Eran bravos muchachos, días enteros
sudaban en los remos con los ojos bajos
respirando cadenciosamente
y su sangre enrojecía una piel dócil.
Cantaron una vez, con los ojos bajos,
cuando doblamos la isla abandonada de las opuncias,
hacia el oeste, más allá del cabo de los perros
que ladran.
Si quiere conocerse, decían,
en un alama ha de verse, decían,
y los remos herían el oro de la mar
en el crepúsculo.
Pasamos muchos cabos muchas islas el mar
que lleva al otro mar, gaviotas, focas.
En tiempos mujeres desgraciadas con lamentos
lloraban por sus hijos perdidos
y otras furiosas buscaban a Alejandro Magno
y las glorias hundidas en las profundiades de Asia.
Atracamos en playas rebosantes
de fragancias nocturnas y gorgeos de pájaros,
de aguas que dejaban en las manos
el recuerdo de una gran felicidad.
Pero los viajes no se terminaban.
Sus almas se fundieron con los remos y escálamos
con el rostro severo de la proa
con el surco del timón
y el agua que rompía sus semblantes.
Los compañeros acabaron en fila,
con los ojos bajos. Sus remos muestran
el sitio donde duermen en la playa.

Nadie los recuerda. Justicia.


Yorgos Seferis, "Argonautas", en Mithistórima y otros poemas.

martes, 14 de octubre de 2008

Madrid socialista II


Durante este pasado verano, siempre que me veía en Madrid, pensaba en cuántas conferencias interesantes se darían a lo largo del año y a las que podría asistir personalmente. ¡Lo que no imaginaba era que la primera sería una de mi admirado Guerra! Ayer por la tarde tuve el placer de escuchar una conferencia de Alfonso Guerra en la Escuela Julián Besteiro, de la UGT, que llevaba por título Crónica constitucional de España y abría un ciclo inspirado por los 30 años cumplidos por nuestra Constitución.

Con su facilidad oratoria caracterísitica, precisa, elegante y no exenta de humor, Guerra se refirió a los orígenes del parlamentarismo ("cuando ser liberal significaba ser progresista, siendo un término positivo, al contrario que hoy día"), a los pilares de toda constitución democrática, a la historia constitucional concreta de España (con sus devaneos) y,en fin, a las cualidades de nuestra constitución, cuya longevidad hacía derivar Guerra de su carácter progresista y conciliador, lo cual, no obstante, no debe llevarnos a su sacralización (que sería muy perjudicial) ni a frenar cualquier avance que suponga su remodelación. También dedicó parte de la conferencia a narrar su experiencia como protagonista de la Transición democrática y Padre no oficial de la Constitución junto con Abril Martorell.

Escuchar a Guerra es un privilegio, un placer, perotambién me hizo pensar que ya no quedan políticos de su altura ni de su honestidad y cercanía. Supongo que es cuestión de que el tiempo nos dé otros hombres que tomen verdaderamente su testigo (aunque Guerra es irrepetible, como Felipe).

Para culminar una tarde estupenda, logré que me dedicara su Diccionario de la izquierda. Incluso se acordó de mí (o fingió hacerlo educadamente, aunque siendo él no creo que olvidase) cuando le recordé que le había escrito en el mes de febrero. Fue una felicidad inmensa para mí. Es lo que tiene Madrid, que de pronto te regala momentos inolvidables.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Imagine

Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...

Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one

Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people
Sharing all the world...

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one.



John Lennon, Imagine.
Imagina que no hay Cielo / Es fácil si lo intentas / No hay Infierno bajo nosotros / Sobre nosotros sólo cielo / Imagina a todo el mundo viviendo por el hoy. // Imagina que no hay países / No es difícil hacerlo / Nada por lo que matar o morir / y tampoco ninguna religión / Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz // Dirás que soy un soñador / Pero no soy el único / Espero que algún día te unas a nosotros /y el mundo sea uno. // Imagina que no hay posesiones / creo que puedes/ Sin necesidad de rencor o rabia / Una hermandad de hombres / Imagina a toda la gente / protegiendo el mundo / / Dirás que soy un soñador / pero no soy el único / Espero que algún día te unas a nosotros / y el mundo viva como uno solo.

Madrid socialista


Ayer el Teutón y yo hicimos parte de lo que se podría llamar el recorrido socialista de Madrid. Fuimos a la calle Ferraz a ver la sede del PSOE (situada en un edificio vinculado a Pablo Iglesias) y después, en el centro de Madrid (en la calle Tetuán), nos tomamos una caña y dos croquetas en el mítico bar restaurante Casa Labra, lugar en el que un grupo de heroicos obreros encabezados por Pablo Iglesias, decidieron fundar el PSOE en 1879, con el fin de defender los derechos de los trabajadores, entre otros a asociación y reunión como reza una placa en la fachada del edificio. Finalmente nos dirigimos a la Carrera de San Jerónimo a contemplar el Congreso de los Diputados, símbolo de una democracia que se consolidó definitivamente con la victoria socialista en 1982.


lunes, 6 de octubre de 2008

Madrid, historia viva,nuestra historia.


Madrid es una ciudad muy viva, creativa e integradora. Está llena de edificios apabullantes, preciosos, elegantes, dignos de una gran capital europea. Pero además es historia viva; es nuestra historia recordada en calles, plazas, monumentos, museos, jardines, parques, cafés, bares, librerías... Esto es lo que no he dejado de pensar en esta semana que llevo aquí. Todo está impregnado de historia, de historia de España. La plaza Mayor y sus alrededores y la plaza de la Villa recuerdan al Madrid de los Austrias, con sus edificios reales magníficos en su sobriedad, y es inevitable pensar en sus callejas recorridas por figuras embozadas en noches rotas; la estatua de la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá y el Palacio Real a Carlos III y sus planes ilustrados (aunque absolutistas); el edificio de Correos y los inicios del siglo XX; calles y paradas de Metro homenajean en la memoria colectiva a los más significativos personajes: artistas como Velázquez o Goya; militares como Serrano; políticos decimonónicos que escribieron las primeras páginas de la España liberal y parlamentaria (Espartero, Cánovas, Sagasta, Canalejas); escritotres e intelectuales de la talla de Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Galdós, Pardo Bazán, Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Ortega y Gasset, los integrantes de la Generación del 27 en la Residencia de Estudiantes, la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, la Generación de los 50 apadrinada por Aleixandre... Madrid nos recuerda el enorme patrimonio con el que cuenta España desde hace siglos. También lo mucho que costó acabar con la última de las tiranías que ha sufrido el país desde tiempo atrás: el edificio de las Cortes me llenó de orgullo, pensando en que ahí dentro estamos representados todos, con nuestros derechos inalienables. No hay que olvidar lo mucho que costó conseguirlo y lo que significa tener una cámara donde individuos electos representan la soberanía popular.

P.D. Ya que mi padre estudió aquí en Madrid, es inevitable que me acuerde mucho de él. Madrid es también su Madrid para mí- Lo curioso es que también me acuerdo de ti, David. En Madrid te comprendo un poco mejor. Un abrazo.


P.P.D Oye, David, ¿no creesque tus alumnos entenderían o al menos estudiarían mejor la historia de España que les das en Madrid? Hasta en el metro te dicen quién es Serrano o te muestran grabados de Goya.

martes, 16 de septiembre de 2008

Animula vagula blandula

"Animula uagula blandula
hospes comesque corporis
quae nunc abibis in loca
pallidula, rigida, nudula,
nec, ut soles, dabis iocos"
"Pequeña alma, errante, cariñosa,
huésped y compañera de mi cuerpo,
que te alejarás ahora hacia lugares
lívidos, yertos, desnudos,
y ya no te entragarás, como sueles, a tus juegos".
Publius Aelius Hadrianus (76-138 d. C)

lunes, 8 de septiembre de 2008

Algunos extractos de Memorias de Adriano

No me he podido resistir a publicar algunos de los extractos de Memorias de Adriano que más me han gustado. Son reflexiones que me conmueven.
"Pero las jergas bárbaras valen a lo sumo por las reservas que proporcionan a la palabra, y por todo lo que sin duda expresarán en el porvenir. En cambio el griego tiene tras de él tesoros de experiencia, la del hombre y la del Estado. De los tiranos jonios a los demagogos de Atenas, de la pura austeridad de un Agesilao a los excesos de un Dionisio o de un Demetrio, de la traición de Dimarates a la fidelidad de Filopemen, todo lo que cada uno de nosotros puede intentar para perder a sus semejantes o para servirlos, ha sido hecho ya alguna vez por un griego. Y lo mismo ocurre con nuestras elecciones personales: del cinismo al idealismo, del escepticismo de Pirrón a los sueños sagrados de Pitágoras, nuestras negativas o nuestros asentimientos ya han tenido lugar; nuestros vicios y virtudes cuentan con modelos griegos. Nada iguala la belleza de una inscripción votiva o funeraria latina; esas pocas palabras grabadas en la piedra resumen con majestad impersonal todo lo que el mundo necesita saber de nosotros. Yo he administrado el imperio en latín; mi epitafio será inscrito en latín sobre los muros de mi mausoleo a orillas del Tíber; pero he pensado y he vivido en griego" (p. 36).


"Pero nuestro arte (quiero decir el griego) ha elegido atenerse al hombre. Sólo nosotros hemos sabido mostrar en un cuerpo inmóvil la fuerza y la agilidad latentes; sólo nosotros hemos hecho de una frente lisa el equivalente de un pensar profundo. Soy como nuestros escultores: lo humano me satisface, pues allí encuentro todo, hasta lo eterno" (p. 111).
Esa última frase, que he puesto en negrita, es impresionante. No se puede expresar mejor y de forma más sintética lo que anima el espíritu humanista.

Memorias de Adriano




Continuando con mi intención de comentar las que a mi parecer son las mejores novelas históricas, hoy voy a referir algunas impresiones que ha vuelto a suscitar en mí la lectura de una de las obras maestras no sólo de la literatura del siglo XX, sino de la historia, Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. Al releer esta obra maestra he vuelto a conmoverme con las profundas reflexiones que la autora pone en boca de su personaje y a deleitarme con la sutileza y elegancia de su estilo. Obras como ésta son las que han elevado la literatura en todas sus facetas.

Aquellos que me tratáis, sabéis de mi admiración por el emperador Publio Elio Adriano -nacida hace varios años de la lectura de esta novela precisamente y confirmada por lecturas posteriores como la rigurosa biografía de Adriano hecha por Anthony Birley-, pero el placer que supone la lectura de Memorias de Adriano no se limita a la aproximación que Yourcenar hace al personaje. El gran conocimiento que Yourcenar demuestra del mundo clásico le proporciona el camino para realizar el magistral retrato psicológico de este hombre extraordinariamente activo, perspicaz, sensible al mundo y a la vida, que cultivó todas las artes y estuvo siempre abierto al conocimiento.


En determinados momentos de la narración, Yourcenar logra aproximarse mucho a las opiniones de Adriano verosímil, haciendo que el personaje se exprese con gran fuerza vital, para acabar siempre trascendiéndolo, confundiendo su probable voz histórica con la más universal del humanista. Hecho éste que convierte Memorias de Adriano en una pieza literaria única y cimera.


El humanismo, como bien dice Bianchi Bandinelli en un artículo del cual yo he publicado en este blog, anteriormente, varios fragmentos escogidos, nace en la Grecia clásica y se plasma en la corriente filosófica sofista así como en el arte: el hombre es el centro de atención, la medida de todas las cosas, y se plantea que es a su dignidad y a sus necesidades vitales y espirituales hacia donde se debe dirigir el conocimiento. El hombre nunca debe olvidar al hombre. Las corrientes filosóficas en alza desde inicios del siglo III a. C (el estoicismo, el epicureísmo), centradas en el plano ético, mantendrán esta atención a los problemas del ser humano, y de ellas beberán muchos de los grnades hombres de Roma: Cicerón, Séneca, el propio Adriano, Marco Aurelio... No obstante, Adriano sobresale entre ellos por su admiración por el mundo griego y por haber vivido libremente.


Adriano fue libre -superando los prejuicios de su tiempo, o cargando con ellos- para pensar, amar y crear, no por ser el princeps (lo que suponía, en contra de lo que en un primer momento se podría imaginar, una restricción del deseo personal mayor que la de un simple particular), sino por su forma de afrontar la vida, amándola plenamente aunque rigiéndose por una ética meditada y un comedimiento necesarios, en una actitud parecida a la del epicúreo y la del estoico, pero sin la evasión del mundo que pretendían ambas escuelas (y por lo que nunca se ha encuadrado a Adriano en ellas definitivamente). Un hombre tan libre como para atreverse a enfrentarse a sí mismo al final de su vida, rindiéndose cuentas en una ficción que, sin embargo, parte del hecho de que existieron unas memorias, hoy perdidas, que el verdadero Adriano realmente escribió. La gran intuición de Yourcenar fue ver esa naturaleza de hombre libre en Adriano; su maestría consistió en aprovecharla para acabar escribiendo un conjunto de reflexiones acerca de la vida, la muerte, la naturaleza humana y sus pasiones con un carácter universal y de hondo calado. El Adriano histórico es una figura muy interesante, que ejerce gran atracción en el historiador, en el humanista, pero la Marguerite Yourcenar oculta tras su personaje, que se halla en las reflexiones que pone en boca de éste, no lo es menos. Su obra es el mejor monumento que se le ha podido erigir al humanismo y un verdadero hito literario; comprenderéis mejor ahora, por tanto, el entusiasmo que demuestro por Memorias de Adriano.









viernes, 1 de agosto de 2008

Dos héroes


En estos días he descubierto a un gran personaje histórico y he profundizado en otro que siempre he tenido en buena consideración. He subido a mis particulares altares de la memoria a dos nuevos héroes: Guillermo el Mariscal (1145?-1219) y don Juan de Austria (1547-1578).
La obra prosopográfica del gran Georges Duby Guillermo el Mariscal (Guillaume le Maréchal ou le melieur chevallier du monde) es magistral. A través de los retazos conocidos de la vida de Guillermo el Mariscal (sobre todo a través de un poema a él dedicado tras su muerte) muestra las claves que caracterizaron a la élite de la segunda mitad del siglo XII en Inglaterra y Francia: la vida, valores y aspiraciones de los caballeros andantes, las relaciones fuedovasalláticas, la política de los reyes ingleses, el papel de la mujer, la puesta en escena de la muerte, etc. Así que he repasado de la mano de Duby parte de la esencia del pleno Medievo, además de conocer los hechos que hicieron del longevo Guillermo el mejor caballero, por su valentía, lealtad y capacidad (era el mejor en los torneos y en la batallas, y venció en Lincoln a avanzada edad), y que lo llevaron a gozar del favor de Enrique II Plantagenêt y de sus barones, obligando a Ricardo Corazón de Léon y a Juan Sin Tierra, que lo temían y le guardaban diversos rencores, a contar con él, siendo finalmente el tutor del aún niño Enrique III. La época en que vivió Guillermo el Mariscal es una de las más apasionantes: la corte de los Plantagenêt, las diputas territoriales entre los reyes de Inglaterra (como duques de Normandía) y los de Francia, las Cruzadas (Guillermo fue a Tierra Santa, de hecho), etc. Asimismo, he repasado con Duby las claves del mundo caballeresco que tanto me ha fascinado siempre. Tengo muchas ganas de ir a Londres a visitar su tumba en la iglesia del Temple.
En cuanto a don Juan de Austria, he leído una rigurosa biografía sobre su vida realizada por otro reconocido historiador, Bartolomé Bennassar, que me ha revelado el carácter carismático y audaz de don Juan y me ha confirmado sus grandes dotes militares. La victoria en Lepanto en 1571 fue, en verdad, la gran gesta militar de su tiempo, y no me extraña que alguien que participó en ella como Cervantes la calificase como “la más grande ocasión que vieron los tiempos”. Además, su labor militar anterior en las Alpujarras frente a los moriscos fue fundamental para aplacar el levantamiento de éstos, y su política en Flandes, en los úlitmos años de su vida, fue acertada, siendo repetuoso con los protestantes y las instituciones de esas tierras, pero también rápido a la hora de cortar cualquier desmán alentado por el traicionero Guillermo de Orange. La vida de don Juan fue fugaz, murió sin haber cumplido los 32 años, pero su fama fue ya muy grande mientras vivía, gracias a Lepanto, a su carácter amable y gentil, y a su ambición. Fue el Alejandro de la Edad Moderna, aunque le faltó haber accedido, como quería, a una corona real europea, deseo que, sin embargo, nunca hizo que se quebrara su lealtad hacia Felipe II. La época de don Juan es también apasionante: el auge del Imperio forjado por la Monarquía Hispánica, la guerra contra los turcos, las guerras de religión, las grandes acciones diplomáticas entre los Estados Modernos (España, Francia, la Serenísima República de Venecia, los Estados Pontificios…). Una época que tiene en España dos lugares señalados, entre otros: el monasterio de San Lorenzo del Escorial y el archivo de Simancas.

martes, 1 de julio de 2008


"Talia per clipeum Volcani, dona parentis,

miratur rerumque ignarus imagine gaudet

attollens umero famamque et fata nepotum".



"[Eneas] contempla estas escenas del escudo de Vulcano, don materno.
Desconoce los hechos, pero goza mirando las figuras
y carga a sus espaldas la gloria y los destinos de sus nietos".
Publio Virgilio Maro, Eneida, VIII, 729-731

lunes, 30 de junio de 2008

¡Campeones, al fin!

España acaba de proclamarse campeona de Europa. Se hace tan raro estar del lado de los campeones que parece mentira... Pero esta vez nos toca disfrutar a nosotros. Además, se ha vencido a Alemania (una de las grandes)y jugándole muy bien, con nuestro estilo de toque y juego veloz. La alegría está en el ambiente, por doquier. Todo el mundo lo celebra y, como dice José Ramón de la Morena en El Larguero, hoy nadie se apropia a título particular del nombre de España.
Este grupo de jugadores que conforman la selección se lo merece por su garra, su buen talante y su camaradería interna. Ha sido muy bonito ver a Casillas levantar la copa. Nos lo merecemos.

domingo, 29 de junio de 2008

A Allende. In memoriam.


A Salvador Allende, un hombre bueno, un gran hombre. Por su gran ejemplo de socialismo y por su entrega en favor de los más necesitados y, en general, por su pueblo. En elcentenario de su nacimiento.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.

Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.

Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.


Canción de Pablo Milanés.

lunes, 23 de junio de 2008

El humanismo, hoy


A continuación os traslado un estracto de una conferencia dada en 1964 por el gran humanista Ranuccio Bianchi Bandinelli, de cuya escuela arqueológica me siento partícipe. Es todo un alegato en favor del humanismo, tal y como yo también lo siento. Espero que disfruteis de sus palabras tanto como yo lo he hecho.



"En la cultura contemporánea existe, entre otras, una contradicción que concierne de manera directa al problema del humanismo, legado de la antigua Grecia.

Efectivamente, todo el mundo se autoproclama depositario del humanismo y de su tradición. Se habla mucho de un humanismo liberal, de un humanismo cristiano, de un humanismo socialista. ¿Pero qué es sustancialmente el humanismo, sin adjetivo alguno?

Al recorrer la historia de esa palabra, vemos que inicialmente nació para expresar una actitud espiritual que reivindicaba para el hombre la libertad de su espíritu y su poder sobre el mundo que le rodea, cosas basadas todas ellas en el trabajo selectivo de la razón. Sobre esa base se fue desarrollando, durante el primer Renacimiento italiano, el auténtico humanismo surgido del contacto del hombre moderno, que salía de la Edad Media, con la altura de la antigüedad clásica.

Más tarde, durante el siglo XVI, el humanismo adquirió una inflexión más cortesana; sirvió entonces para designar hombres eruditos, encerrados en su saber, que no se interesaban en los problemas de la vida política y social de su propio tiempo, y cuya actitud de alejamiento ya no se dirigía a la afirmación del hombre, sino que representaba un valor puramente negativo. (...) Esto representa una degeneración de su primitivo y auténtico significado. (...) Leonardo Bruni, uno de los primeros humanistas (...) en una de sus epístolas nos da este consejo: "Que tu saber sea vario y múltiple, y que nada que pueda contribuir a la formación, a la dignidad, a la exaltación de la vida, sea olvidado". (...) Ello sugiere un equilibiro y una serenidad de juicio ante todo lo que es vital para el hombre, además de una afirmación positiva y optimista: el elogio de la vida.

Ahora bien, en la cultura contemporánea del mundo occidental se asiste a una progresiva negación de la vida, a una búsqueda bastante apremiante de evasión. (...) También se abandona ese esfuerzo intelectual y se arriba a lo informal, surgido de reacciones instintivas e incontroladas. La negación de la dignidad y del elogio de la vida, enunciado por Leonardo Bruni, no podría se más total.

En la vida cutltural contemporánea existe, pues, entre otras, esta profunda contradicción: la cultura europea se opone a otras culturas en tanto que se proclama depositaria del humanismo. (...) Sin embargo, la destrucción de la concepción humanística de la existencia y de su tradición surge precisamente del interior de nuestra cultura: los venenos mortales se preparan en nuestra cocina europea. Y parecemos orgullosos de haberlos producido.

(...)

Lo que impulsaba al arte griego hacia esa búsqueda era el deseo (...) de dominar la realidad del mundo externo a través de la inteligencia y la cultura humana, porque comprendieron que el mundo pertenece al hombre. Por tanto, es una afirmación positiva respecto a la riqueza de la vida y una prueba de confianza en las posibilidades humanas.

(...)

Una toma de conciencia del valor del legado griego todavía puede sernos útil. No para predicar, desde luego, una vuelta al clasicismo, que, aun cuando fuera posible, sería directamente falsa y convencional. Sino (...) para trazar de nuevo los principios de una nueva dimensión humana a medida que se reconoce la posibilidad de volver a tener fe en el hombre, sobre la base de un humanismo positivo que vaya acompañado de una afirmación de la vida: porque el hombre tiene en sí el poder de transformarla. Y, en la actualidad, ese poder se ha incrementado enormemente".



Ranuccio Bianchi Bandinelli, en Del helenismo a la Edad Media

¡Adiós, complejos, adiós!. ¡Adiós, maldiciones!


España ha pasado los cuartos de final de la Eurocopa. Repitámoslo todos: España ha pasado de cuartos. Hoy nuestra generación ha vivido un día histórico y, de un plumazo, se han esfumado todos los fantasmas que siempre acompañan a la selección en los campeonatos mundiales y europeos de fútbol. Ha resultado muy terapéutico, sin duda.

Siempre huyo de patrioterismos y exaltaciones nacionales vanas y rancias. Por otra parte, afronto el fútbol como lo que es, un deporte, un juego, un entretenimiento; no me gustan nada los forofismos. Dicho esto, sí he de decir que estoy muy contento de que la selección se haya quitado de encima esa losa derrotista que acarreaba desde hacía mucho tiempo. Es bonito ver a la gente contenta, por una vez no desilusionada, y además me alegra que determinados futbolistas que me caen bien (Casillas, sobre todo) también saboreen el éxito en un campeonato entre países. Fuera de esto: el partido fue malísimo, lo jugaron fatal ambos equipos y sólo los últimos diez minutos y la prórroga estuvieron interesantes y con ocasiones para España.

Por cierto, me encantaron los gestos de cariño que se dieron al final dos grandes deportistas: Casillas y Buffon, fundidos en un sincero abrazo, dando ejemplo de cómo tienen que ser los futbolistas. Un diez para ambos.

viernes, 20 de junio de 2008

De la vida


"Preferiría ser el más humilde de los hombres entre los vivos que el príncipe de los muertos". Estas son las amargas palabras que el Pelida Aquiles ("el de los pies ligeros") de dirigía a Odiseo Laertíada ("el fecundo en ardides") cuando éste visitó el Hades en su viaje de regreso a su hogar en Ítaca. Si uno ha leído antes la Ilíada, esa declaración del más valeroso de los aqueos resulta demoledora. Aquiles había preferido en vida morir joven pero ganando la inmortalidad al sobrevivir en la memoria de las generaciones venideras por sus hechos, a tener una larga y pacífica vida, con vástagos, pero sin gloria alguna. Era el paradigma del héroe. Y, sin embargo, una vez muerto se arrepentía de su elección: reconocía al fin que la vida es el don más preciado.

Hoy en día se niega la existencia de Homero y se habla de que la Ilíada y la Odisea son obra de diferentes autores. Por mi parte yo prefiero seguir creyendo que Homero existió, siendo un poeta genial que recogió la tradición oral acerca del ciclo troyano y le dio una forma más definida. No es que me oponga intelectualmente a los filólogos e historiadores que descartan a Homero (no he leído lo suficiente para conocer siquiera sus argumentos); sencillamente me gusta pensar que Homero fue un personaje real.

Hay, además, una teoría que explica el diferente espíritu que late tras uno y otro poema que me complace especialmente. No sé dónde la escuché o leí por vez primera, pero desde entonces la he hecho mía. Si la Ilíada es el canto a los valores agonísticos, planteándose que la finalidad de la vida del hombre/guerrero es lograr la gloria que le garantice no sólo la preeminencia social, sino sobre todo la inmortalidad, la Odisea es el canto a la vida y a los sencillos placeres que en ella se encuentran: el hogar, la tierra propia, la familia, los amigos... Algo que sólo se aprecia tras un largo viaje emprendido con ambiciones que acaban revelándose vanas (aunque el viaje también puede reportar, al mismo tiempo, experiencias y conocimientos valiosos, como magistralmente expuso en sus versos Kavafis). Esta contraposición se explica si interpretamos que la Ilíada es obra de un Homero joven, lleno de ímpetu, deseoso de sobresalir y dejar huella a su alrededor, mientras que la Odisea es obra de un Homero maduro, experimentado, que sabe que pocas y sencillas son las cosas que merecen la pena y que la vida ha de aprovecharse viviéndola en el día a día y no consumiéndola en fútiles empresas. Me encanta imaginar a un Homero mayor reflexionando acerca de la vida, del ser humano, etc.


"Cuando el rojo vino había invadido la mente del cíclope, me dirigí a él con dulces palabras:

Cíclope, ¿me preguntas mi célebre nombre? Pues te lo voy a decir, mas dame tú el don de hospitalidad como me has prometido. Nadie es mi nombre, y Nadie me llaman mi padre y mi madre y todos mis compañeros".


Homero, Odisea.

viernes, 13 de junio de 2008

Hipocresía

La hipocresía reina en esta sociedad de lo políticamente correcto, y esto es muy patente entre los políticos, tanto de un lado como del otro. Los políticos actúan de una manera y luego lo tapan o comunican lo hehco de otra forma, con vaguedades, lugares comunes, siempre buscando palabras bonitas o eufemismos que gusten a todo el mundo, con el fin de ganar audiencia... ¿Dónde está la coherencia personal?
Afortunadamente aún quedan honrosas excepciones, como Alfonso Guerra, que es ejemplo, como ya he dicho en otras ocasiones (todos conocéis mi admiración por él) de honradez, coherencia y de un racional y sincero socialismo humanista. Pues bien, ayer Guerra hizo unas declaraciones acerca del maltrato que han sido manipuladas vilmente por la prensa (El País el primero) y se han utilizado como arma arrojadiza contra Guerra y contra el PSOE. Ayer Guerra --después de haber hecho esas declaraciones-- fue entrevistado en Onda Cero y le preguntaron por esto. Yo tuve la suerte de escuchar la entrtevista completa y puedo decir que estoy totalmente de acuerdo con él y, como él, me avergüenzo de los manipuladores e hipócritas que hay en esta sociedad. Guerra dijo que el maltrato de mujeres era un crimen hoirrible y que debía ser penado con todas las de la ley. Después, preguntado por el asunto de la presidenta del tribunal Cosntitucional Maria Emilia Casas --que de buena fe qusio ayudar a una mujer en un caso de custodia de menores que se decía maltrata, pero que se descubrió que aparecía como sospechosa del asesinato de su marido--, Guerra quiso advertir del peligro que entraña que una mujer, amparándose falazmente en un maltrato sufrido, pueda manipular este hecho falso o no para beneficiarse, instrumentalizar la justicia o la opinión pública en su favor. De ahí lo de que "la sociedad no tiene que ponerse de rodillas ante una mujer que diga ser maltratada". Yo creo que está muy claro y que, además de opinar con honestidad y libremente, Guerra hizo con esas declaraciones un ejercicio de cordura, recordando que cualquier beuna causa puede llegar a se manipulada para lograr fines negativos o censurables.
Pero los medios de comunicación no quisieron entenderlo y han atacado a Guerra indiscriminadamente. También el PP ha aprovechado para atacar al PSOE, y en El País se lamentan de la inoportunidad de las declaraciones de Guerra. ¡¿Pero qué está sucediendo?! ¿Ahora resulta que no se pueden decir las cosas como son? ¿Debemos vivir encadenados a lo políticamente correcto, a eso de quedar bien? Guerra habló muy bien, con total respeto hacia las mujeres. Dijo lo que hay que decir. también le achacaron que se riese de la ministra de Igualdad por emplear el término "miembra". Y hasta le llammaron misógino. Pero si Guerra sólo puntualizó que miembra es una palabra que no existe y que los políticos, las élites de cualquier tipoi o quien sea no pueden hacer una lengua a su medida. La lengua es la que es, está viva, y va al ritmo de la sociedad. Se moldea poco a poco, no por imposiciones políticas. Además, se dice portavoz y no portavoza y no pasa nada; o perdiodista y no periodisto y tampoco pasa nada, tal y como argumentó Guerra.
Tras escuchar la entrevista que le hizo Julia Otero pensé que el equivoco estaba aclarado, pero hoy veo que no es así. Abunda mucha mala fe. A me indigna la hipocresía.

miércoles, 11 de junio de 2008

Viejos fantasmas


Ayer Italia perdió 3-0 ante una arrolladora Holanda; hoy España le ha endosado a Rusia una goleada (4-1). Parece que Italia no va a hacer nada en este Eurocopa que comienza y España, en cambio, da la impresión de que se come el mundo. ¡Pura ilusión! Es más, veo venir viejos fantasmas.

Cada vez que se avecina una cita importante de selecciones (Mundial o Eurocopa), todos pensamos que va a suceder lo de siempre: España va a cagarla, después de que la prensa le haya dado mucho bombo. Los medios de comunicación, por su parte, se vuelven cautelosos... hasta que comienza la competición. Entonces hay que volver a aguantar la rathila de siempre, las exageraciones que pretenden interesar en el campeonato a los espectadores españoles haciendo creer que esta vez es la de nuestra selección. Yo ya estoy desengañado de todo esto. Nunca he sido forofo de la selección, no me va toda la parafernalia que se monta en torno ni el tufillo nacionalista que la caracteriza, pero no dejaba de ver los partidos y acababa frustrado con los tropiezos de la selección. Este año, con la perspectiva que me otorga cierto distanciamiento, vuelvo a ver a la prensa actuando de la misma manera interesada y me huelo otra decepción. De hecho, creo que Italia (que como siempre empieza mal) aún va a dar mucho que hablar para bien, al contrario que España. No nos engañemos: hoy se le ganó a la blandita Rusia al contragolpe puro y duro, sin muchas florituras y con algún susto de más. Si nos coge Holanda, o incluso Italia (que trató mejor el balón de lo que suele) o Portugal, nos van a destrozar.

domingo, 8 de junio de 2008

Rafa Nadal, magnífico


Hoy se ha proclamado campeón de Roland Garros por cuarta vez consecutiva Rafa Nadal. Hizo un partido extraordinario y su juego fue incontestable: 6-1, 6-3 y 6-0, en una hora y media. Magnífico. Me alegro mucho por él, una persona sencilla, transparente y educada, que siempre se toma con deportividad tanto las victorias como las derrotas. La verdad es que deportistas como él o su rival, Federer, hacen más bonito el deporte, ya que nos recuerdan que sólo es un juego.

Además de ganar al número uno (siendo él el número dos) y de ser la cuarta vez consecutiva que se hace con la copa de Roland Garros, Nadal también consiguió igualar el récord de victorias consecutivas en el torneo que hasta ahora ostentaba en solitario el sueco Björn Borg. Y creo que eso es positivo. Siempre da pena cuando algún deportista iguala o supera el récord impuesto por otro que ya se tiene en el Olimpo de un deporte, pero eso no debe verse así: en el deporte, la superación personal y colectiva es siempre uno de los objetivos y beneficia a todos, ya que mantiene los alicientes tanto para los deportistas como para los seguidores. Supne mantenerlo vivo.

miércoles, 4 de junio de 2008

El compromiso, la infantería y el Estado Mayor


Ayer tuve la oportunidad de asistir a la conferencia que dio el historiador inglés Paul Preston acerca de los corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española. Fue estupenda. Habló durante una hora larga, con ese estilo que le caracteriza: ameno, con un discurso riguroso y analítico no exento de jugosas anécdotas, y aunque yo estaba de pie, podría haberle escuchado durante toda la noche. Al salir de la sala donde se preparó la conferencia, sentía renovada mi vocación de historiador.


Paul Preston nos regaló algunas perlas y unas cuantas reflexiones acerca de lo que fue la Guerra Civil y lo que condenó al bando republicano al fracaso. De esto último, me quedo con que fue muy determinante la no intervención de las democracias occidentales, Francia, Reino Unido y EEUU, algo que reconocieron apesadumbrados los presidentes de Francia y de EEUU en el momento: Leon Blum se echaba a llorar cuando se le mencionaba a España (quizá con cierta teatralidad) y Roosevelt se echaba en cara amargamente el no haber intervenido para ayudar a una democracia joven y desvalida frente al primer zarpazo del fascismo. El inglés Chamberlain, al parecer, nunca tuvo remordimientos.


Preston también hizo mucho hincapié en que la opiniçon pública de la Europa democrática estaba del lado republicano y que los correspponsales enviados a España acaban comprometiéndose activamente en la causa republicana. Todos ellos, al final de la guerra, sintieron que una parte de sí mismos moría con España y para el resto de sus vidas les quedó por ello una herida abierta. La solidaridad con el pueblo español de los brigadistas internacionales y de la mayoría de corresponsales del mundo demicrático siempre me ha parecido admirable, sobre todo en el caso de los primeros, muchos de los cuales perdieron su vida luchando por un país que no era el suyo. Estos ejemplos de entrega hacen que se renueve en mí la fe en el ser humano y que, como los brigadistas, crea en que no existen naciones, ni países, sino sólo personas que deberían vivir unidas fraternalmente.


De las perlas de Preston quiero citar literalmente la siguiente:


"Yo creo que periodistas e historiadores formamos parte del mismo gremio. Ustedes los periodistas son la puta infantería y nosotros los historiadores, el Estado Mayor".


Cuando escuché la primera parte, tras la cual hizo una pausa, pensé que Preston estaba metiendo la pata y haciéndonos un flaco favor a los historiadores, ya que los periodistas cada vez tienen, en general, menos rigor y tienden a hacer prensa amarilla de cualquier asunto. Pero cuando completó lo dicho con la segunda frase, comprendí a qué se refería y me quedé tranquilo y orgulloso. Preston quería decir que los historiadores del mundo contemporáneo se nutren en muchas ocasiones de la prensa como gran fuente de información, información bruta que hay que analizar y acerca de la cual se reflexiona a posteriori. Además, tanto periodistas como historiadores buscamos la verdad de los hechos, sólo que nosotros llegamos, por formación, método e intención, más al fondo de la cuestión, insertando cada suceso en un marco general, dentro del conjunto de procesos y estructuras que caracterizan cada período histórico.

lunes, 26 de mayo de 2008

La piel


La piel (La pelle), de Liliana Cavani, es la adaptación cinematográfica de la novela homónima del novelista italiano Curzio Malaparte, crítico voraz e inconformista redomado, que en esa obra narra sus vivencias como enlace del ejército de liberación italiano con los americanos en el avance de éstos desde el sur de Italia hacia Roma a partir de 1943. Su papel es interpretado por un magnífico Marcello Mastroianni (todos sabéis mi predilección por este actor), que se presenta como un hombre culto, amante de los placeres de la vida y muy perspicaz. Sus contestaciones a la prepotencia o mala educación americanas son finísimas: para quitarse el sombrero.

La película muestra la crudeza de los efectos de la guerra (la pobreza extrema, el hambre, que hacen que las mujeres e incluso los niños napolitanos se prostituyan) y la necedad de los altos mandos. Pero no sólo eso. Lo que hace más interesante esta película (que, por cierto, tiene escenas del más puro estilo esperpéntico felliniano) es que refleja cómo unas personas pertenecientes a una sociedad falta de rumbo, sumida en el caos y la miseria, pueden saber apreciar mejor los goces de la vida que los "vencedores" estadounidenses, provenientes de una sociedad en alza. El personaje del capitán Malaparte (Mastroianni) es el emblema del italiano refinado y cercano al pueblo y a su cotidianeidad, que ha llegado a conocer demasiado bien la naturaleza humana en todas sus facetas: una lucidez amarga, que sobrelleva con humor, como buen hombre mediterráneo. Por el contrario, los personajes principales del grupo de norteamericanos (el joven oficial, la mujer del senador...) no llegan a entender nada: primero se aprovechan de los "placeres" que Nápoles les ofrece, creyéndose dioses, pero luego acaban abominando de la cruda realidad, de los hechos tremendos que ven, sin darse cuenta de que no son mejores que aquéllos a quienes desprecian por intentar sobrevivir a toda costa y que ellos mismos contribuyen a la corrupción de los humildes napolitanos.


Cuando la buena literatura se lleva con corrección al cine, es una delicia. No es que esta película sea magnífica; es buena, sin más. Pero tiene fondo y mueve a la reflexión.

martes, 20 de mayo de 2008

"ASTROV. (...)Además, yo admito que se talen bosques por necesidad; pero, ¿por qué exterminar los bosques? Los bosques rusos gimen bajo el hacha, los árboles perecen a millones, los habitáculos de alas aves y los animales son devastados, los ríos pierden caudal y se secan, desaparecen sin remedio maravillosos paisajes... Y todo porque el hombre perezoso no tiene sentido común suficiente para agacharse y recoger el combustible del suelo. (A ELENA ADRÉIEVNA). ¿No estoy en lo cierto, señora? Hace falta ser un bárbaro insensato para destruir lo que nosotros no podemos crear. El hombre está dotado de intelgiencia y fuerza creativa para multiplica lo que se le ha dado. Sin embargo, hasta ahora no ha creado, ha destruido. (...). (A VOINITSKI). Tú me miras con ironía y todo lo que estoy diciendo te parece poco serio... incluso es posible que se trate, en efecto, de una chifladura, pero cuando paso cerca de los bosques que he salvado de la tala o cuando oigo rumorear las hojas de un bosque joven plantado por mis manos, tengo conciencia de que el clima está también un poco en mi poder y de que si el hombre llega a ser feliz allá dentro de mil años, también habré contribuido un poco a ello. Cuando planto un abedul y luego lo veo verdear mecido por el viento, mi alma rebosa de orgullo y yo..."
Antón Chéjov, El tío Vania, Acto Primero.
Esta obra se estrenó en 1899 y parece que fue escrita hoy, con motivo de la preocupación por el cambio climático. La verdad es que lleva mucha razónen dos cosas: por un lado, incluso hoy, como entonces, se toman a broma las amenazas que ponen en peligro el futuro del planeta; por otro, es muy cierto que uno se siente muy bien consigo mismo cuando contribuye a preservar la naturaleza. ¡Grande, Chéjov!

viernes, 16 de mayo de 2008

Murena


Hace tiempo dije que iba a comentar las que en mi opinión son las mejores novelas históricas de las bastantes a las que he accedido. Hoy, por fin, comienzo con este propósito, pero no me ocuparé de una de las novelas históricas de renombre en las que algunos estáis sin duda pensando. Eso lo voy a dejar para el verano, cuando pueda releer fragmentos de ellas (algunas las leí hace varios años y necesito tenerlas frescas para hablar de sus características con más precisión) o, simplemente, tener más tiempo que dedicar a su crítica.

Hoy quiero hablaros de una novela histórica gráfica, a la que he llegado gracias a la sabia recomendación y a la generosidad de David ("el Teutón"). Me refiero a Murena, la serie de cómics ambientada en la Roma neroniana que tiene como protagonista al joven aristócrata Lucio (Licinio?,no se cita nunca su nomen) Murena. Murena, amigo de Nerón, buscará encontrar a aquellos que intervinieron en el brutal asesinato de su madre, Lolia Paulina (en la serie amante de Claudio y, en la realidad histórica, la mujer que pudo ser esposa del emperador a la muerte de Mesalina, pero no lo fue dado el triunfo de la opción de Agripina, madre de Nerón), dentro de una conjura mayor -urdida por Agripina con el conocimiento de Nerón para llevar al trono a éste- en la que cayeron muertos Claudio y su hijo Británico. A partir de esta premisa, el guionista, Jean Dufaux, traza un argumento dinámico y bien trabado, pero además riguroso históricamente (con las licencias habituales en una novela, claro) mostrando, con los magníficos dibujos de Delaby (detallista, riguroso y sobrio), un acertado lienzo de lo que era la ciudad de Roma y la vida cotidiana en ese período. El trabajo del guionista está avalado por historiadores y por la bibliografía que Dufaux presenta al final de cada libro. Como dije, se toma algunas licencias, pero no cae nunca en extravagancias ni arriesga con conjeturas inverosímiles. Sí es cierto que el tono es de aventura, pero sobria, y mete algún componente argumental que acentúe la intriga, pero siempre desde el respeto hacia la época y sin caer en recursos propios de "vaqueradas". Es una historia llevada de forma elegante.

Ha sido, pues, una grata sorpresa, y recomiendo su lectura. Hasta el momento, en castellano han salido a la venta seis libros: cuatro corresponden al "Ciclo de la madre"; y dos al Ciclo de la esposa (que se completará con otros dos). Nunca hubiera esperado algo así en cómic. No soy lector habitual de cómic (sólo Asterix, Tintín, Lucky Luke, Mortadelo...), pero esta serie de Murena me ha conquistado y con ella hago una excepción, aunque su tono no puede ser tan profundo como el de una novela, evidentemente.

jueves, 15 de mayo de 2008

El César de Arles


Hoy ha aparecido en la prensa la noticia del hallazgo en Arles de un busto de Julio César datable en el último o penúltimo año de su vida (46 o 45 a. C). De ser cierto, tiene gran relevancia, puesto que, aunque hay muchos retratos conservados de él, ninguno se había realizado en vida de César (excepto, quizá, el llamado retrato de Tusculum) y, por tanto, todos son idealizaciones posteriores, condicionados por la imagen que Augusto quería que se transmitiese de su padre adoptivo. Sin embargo, a mí el retrato del busto de Arles no se me parece tanto a César (ni siquiera al retrato de Tusculum). Algún aire a él se le podría encontrar quizá pero...
El arquéologo que lo descubrió dijo que identificó sus rasgos enseguida, pero yo creo que a cualquier conocedor de César le costaría trabajo sacar sus rasgos de forma inmediata. Sólo nos queda estar a la espera de la confirmación de la teoría propuesta por el arqueólogo. En la prensa,por cierto, no se aclara cómo han fechado el busto.

Mayo


En este mes de mayo han coincidido muchas conmemoraciones de hechos históricos: los levantamientos de Madrid de 1808, la creación del Estado de Israel en 1948, y el movimiento del 68. Como comenté en el artículo acerca del Ché Guevara (el verano pasado), desde hace unos años los medios de comunicación y las instancias oficiales nos bombardean informativamente acerca de fechas que todos deberíamos conmemorar. Sin embargo, estos hechos se exponen en muchas ocasiones (en aquéllas en las que los historiadores no tienen un papel importante) sin la necesaria reflexión y sin profundidad. Es una temática más que los periodistas utilizan para rellenar páginas, llevando al hartazgo a los lectores, que acaban por no saber mucho más de lo que sabían de esos hechos rescatados, ya que el periodista suele recurrir a tópicos.


Los historiadores españoles han dejado que se les haya usurpado en gran medida, por parte de los medios de comunicación, el ámbito de la divulgación histórica. Y eso no puede ser. Sin los historiadores, la Historia no deja de ser un "cuento" (como se oye decir a veces) que se puede manipular según la conveniencia de cada cual. Pero hoy no quería hbalar de eso, sino precismante de dos de los hechos que se están conmemorando en estas fechas: el levantamiento popular de 1808 y el movimiento del 68.


No voy a disertar largamente sobre esos dos hechos (lo siento, Anido, sé que querías polémica con el 68); sólo quiero hacer un par de apuntes.


Por un lado, no veo que haya nada que celebrar en lo referente al 2 de mayo de 1808. Fue una jornada sangrienta, fruto del levantamiento de los sectores más humildes del pueblo de Mdrid contra el ocupante ejército francés, que, como todos los de la época, cometía desmanes y tropelías allá por donde pasaba (aunque los franceses actuaron con suma alevosía en mucos casos, por ejemplo cuando irrumpieron en el panteón real de San Isidoro de León y dieron de comer a sus caballos en los sarcófagos reales, vejando los restos de ilustres hombres del Medievo, y otros no tan ilustres pero, al fin y al cabo, personas, cuyos restos debían ser respetados). Los ejércitos del Antiguo Régimen de cada Estado eran acogidos con las comodidades posibles en las localidades de su país donde decidiesen parar, y en ellas, sin importarles que fuesen o no sus paisanos quienes los habitasen, abusaban, tanto soldados como oficiales, de su posición para aprovecharse de las mujeres, vejar, robar o saquear, etc. Los madrileños, hartos, se alzaron furiosos contra el enésimo atropello cometido por el ejército. Nada más. La nación española (si alguna vez ha existido, cosa que dudo; yo no creo en naciones, creo en personas) nada tuvo que ver en ello; tampoco el deseo de independencia ni de que volviesen las rémoras de los Borbones. Si algo hay que celebrar de ese período es la Constitución de Cádiz de 1812, moderna, embebida de los valores ilustrados; pero para eso aún hay que esperar unos años.


En cuanto al movimiento estudiantil de Mayo del 68, quiero decir que --aunque en algunos casos cayó en el exceso (siempre hay quien no sabe estar ni sabe medir hasta dónde se puede llegar, el caso de los grupos terroristas que derivaron de él, como las Brigate Rosse) o en la niñería (también hubo hijos de papá que se lo tomaron a coña, como un juego)-- para mí fue muy positivo. Se buscaban "unas nuevas relaciones en la calle, en la vida" (en palabras de uno de sus líderes, Daniel Cohn-Bendit), romper con la doble moral burguesa, con la hipocresía social, con los prejuicios sociales, con el "a Dios rogando y con el mazo dando". Y no fue sólo un fenómeno propio de la juventud izquierdista francesa; también fue muy importante el movimiento en Italia, y en México, y en España, donde se luchaba, además, por la libertad en un país sumido en el oscurantismo nacional-católico que pretendía aherrojar las conciencias. Esos movimientos estudiantiles contribuyeron de manera notable a que se alacanzasen las libertades y derechos de los que hoy gozamos. Y por eso hemos de tenerlos en consideración e, incluso, como referencia. Hoy en día gran parte de la juventud está instalada en la molicie, prisionera de estándares y encorsetamientos sociales, víctima de errados modelos de conducta en los que el dinero lo es todo y lo da todo, no teniendo interés por nada, viviendo sin inquietudes vitales. No digo que en el 68 no hubiese jóvenes así; el hombre siempre ha sido hombre, para bien y para mal; digo que deberíamos retomar ese espíritu vital, ansioso de conocimiento que alentó a los jóvenes de hace 40 años. Ellos querían una sociedad distinta y no se rindieron hasta se dueños de su futuro. Yo creo en nosotros, porque sé que, afortunadamente, también muchos piensan como yo, personas que merecen la pena, y pienso que también el futuro puede llegar a ser próspero. Pero para ello, no debemos olvidar a quienes nos precedieron.


domingo, 27 de abril de 2008

Hacia una sociedad de la incomunicación

En la página de El poder de la palabra han escogido como texto de la semana, el siguiente fragmento de una obra del uruguayo Eduardo Galeano. Me ha parecido sumamente interesante y por eso lo he querido compartir con vosotros.


"El mundo nunca ha sido tan desigual económicamente ni tan igualizador en cambio en relación con las ideas y la moral. Hay una uniformidad obligatoria, hostil a la diversidad cultural del planeta. La nivelación cultural ni siquiera puede medirse. Los medios de comunicación de la era electrónica al servicio de la incomunicación humana están imponiendo la adoración unánime de los valores de la sociedad neoliberal. Jamás la tecnología de las comunicaciones estuvo perfeccionada; y sin embargo nuestro mundo se parece cada día más a un reino de mudos. La propiedad de los medios masivos se concentra más y más en pocas manos; los medios dominantes están controlados por un puñado de poderosos que tienen el poder para dirigirse al mayor número de ciudadanos a través del planeta. Nunca antes tantos hombres fueron mantenidos en la incomunicación por un grupo tan pequeño. El número de aquellos que tienen derecho a escuchar y a mirar no cesa de aumentar, mientras que se reduce vertiginosamente la cantidad de los que poseen el privilegio de informar, de expresarse, de crear. La dictadura única, impone en todas partes un mismo modo de vida, y confiere el título de ciudadano ejemplar al consumidor dócil, a escala planetaria, con arreglo a un modelo propuesto para la televisión comercial norteamericana. El ejemplo de la mayor televisión pública europea está muy lejos de haberse internacionalizado; en revancha, las cuatro esquinas del globo y la propia Europa, han resultado conquistadas por ese venenoso coctel de sangre, de Valium y de publicidad que caracteriza a la televisión privada de los Estados Unidos. En ese mismo mundo sin alma que nos presentan los medios como el único posible, los mercados han sustituido a los pueblos; los consumidores a los ciudadanos, las empresas a las naciones y a las ciudades. Las competencias comerciales a las relaciones humanas. Nunca antes la economía mundial fue tan poco democrática, y jamás el mundo más escandalosamente injusto. Las desigualdades, según las cifras de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, se han duplicado. Ese mundo de finales de siglo, paradisíaco para algunos e infernal para la mayoría está marcado con hierro rojo por una paradoja. En primer lugar, la economía mundial necesita un mercado en perpetua expansión para que las tasas de beneficio no se desplomen. Al propio tiempo precisa, por idénticas razones, de brazos que trabajen a precios de miseria en los países del Sur y del Este. Segunda paradoja, corolario de la primera: el Norte dicta, de manera cada vez más autoritaria, órdenes a esos países del Sur y del Este para que importen y consuman más, pero lo que en ellos se multiplica son las mafias, la corrupción y la inseguridad. Las neo-sociedades de consumo emiten mensajes de muerte. La varita mágica de los créditos, la deuda externa que se hincha hasta la explosión permite procurar nuevos productos inútiles a la mayoría de los consumidores. La televisión se encarga de transformar en necesidades reales las demandas artificiales que el Norte inventa sin cesar y que expande exitosamente en todo el mundo. Incluso, en las heladas aguas del mercado, los náufragos son más numerosos que los que disfrutan de la travesía."



Eduardo Galeano, Hacia una sociedad de la incomunicación.

domingo, 20 de abril de 2008

(Desposesión)

Miras y sabes. Ya no sabes nada.
Ya no miras: tus ojos están ciegos.
Oscura sombra mineral de fuegos
de Muerte. Oscura sombra sobre nada.

Existes tú, no existes. Nada es nada.
El mar desde la mar -¡oh, monasterio
funeral!- tañe acordes del salterio
tuyo, y tú ya no ves. ¿La vida? Nada

existe. Y tú no sabes. Y tú miras
el mar, la mar oscura, oscuras liras
de soledad, de soledad... Ya es tarde

para vivir, para vivir. No tienes
nada, no tienes nada... ¿Luz sostienes?
En silo de templanza arde la tarde.


Arcadio López-Casanova. La oscura potestad (Premio Adonais 1978)-

A Rosario "la dinamitera"

Rosario Sánchez, apodada "la dinamitera" (la dinamita la dejó sin una mano), uno de los símbolos de la valiente resistencia española al fascismo, falleció hace unos días. Qué mejor homenaje que recordar aquí los versos que le dedicó el gran Miguel Hernández.
Rosario, dinamitera
Rosario, dinamitera,
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una deseperación,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.
Era tu mano derecha,
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario,
sembrabras as adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.
Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
Digna como una bandera
de triunfos y resplandoress
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.
Miguel Hernández. "Rosario, dinamitera", Viento del pueblo.

sábado, 19 de abril de 2008

La "coña" española


El pasado miércoles se proyectó, en la primera sesión del ciclo de cine del colegio mayor, La vaquilla, una de las mejores películas de Berlanga (con colaboración en el guión del genial Rafael Azcona, recientemente fallecido). Esta comedia es, a mi parcer, una de las joyas del cine español y volver a verla me hizo pensar en qué ha pasado en España con el séptimo arte y, por otro lado, con la propio forma de ser de los españoles.

La primera cuestión se la planteé al conferenciente que vino a comentar la película, el cercano profesor de Historia del Cine Folgar de la Calle, experto en Berlanga. Folgar me expuso con razón que esa línea de cine cómico de Berlanga acerca de la guerra y del franquismo (véase La escopeta nacional, también estupenda, con un gran José Sazatornil) tuvo su momento, cuando todavía estaban frescas esas vivencias en el imaginario de los espectadores, y todo el mundo entendía determinados guiños. Evidentemente no podía triunfar siempre. Sin embargo, yo me sigo partiendo de risa con la buena "coña" española que tanto impregna estas películas y por ello me pregunto qué ha cambiado en los espectadores y en los cineastas españoles para que ya no se le dedique atención a esa forma de ser tan nuestra, tan mediterránea al cabo.

Los pueblos mediterráneos, del Mediodía de Europa, tenemos una forma similar de ver las cosas, de entender la vida. Y la "coña" es parte importante de ese posicionamiento vital; sobre todo del pueblo llano,que siempre ha encontrado en ella una vía de escape que ayudase a sobrellevar los esfuerzos y penurias diarios. Una "coña" que también fue instrumento de denuncia de los crímenes de la dictadura franquista.

Esa "coña" no se ha perdido, es intrínseca a nuestro carácter. Pero se echa en falta en muchas ocasiones. Por ejemplo, en el cine actual español, que -como también parte de la literatura- parece sometido a los dictados de un absurdo y snob postmodernismo, o bien entregado a lo grosero, lo truculento, etc. Quizá la clave esté en volver a tener al cine europeo de calidad, de ideas y heredero de los grandes cineastas de los 50 y 6, como referencia, abandonando la "vía Hollywood" (en EE.UU hace tiempo que parecen haber renunciado al cine con mensaje, salvo excepciones). ¡Pero por desgracia el capital es implacable!

miércoles, 2 de abril de 2008

Hoy hace un espléndido día primaveral: cielo límpido, luminoso,de esos que a mí me dan la vida y renuevan la esperanza. Un día perfecto para releer a Claudio Rodríguez. A pesar de ya haber hablado de este gran poeta en el blog hace poco, no me resisto a publicar aquí otro de sus poemas (uno de los mejores de su trayectoria): aquél con el que comienza su Don de la ebriedad.

Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas,
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos
y se cierne, y se aleja, y aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos!.
Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo -esto es un don-, mi boca
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola,
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.

lunes, 31 de marzo de 2008

El jardín de los Finzi-Contini


Hacía tiempo que quería leer El jardín de los Finzi-Contini, pero no encrontaba el momento justo -o bien por falta de tiempo o por poca predisposición-, así que la semana pasada no dejé pasar la oportunidad de ponerme con esa novela.

El jardín de los Finzi-Contini (premio Viareggio) es la gran novela del escritor judío italiano Giorgio Bassani (1916-2000), que se halla, como narrador, a caballo entre la literatura fin de siècle italiana (por temática) y el neorrealismo de los 40 y 50 (por enfoque y estilo renovador). Integrante de la Resistenza antifacista durante la II Guerra Mundial, a Bassani, además de dar testimonio en sus novelas de lo que aconteción en esos turbulentos años cuarenta, tratando a menudo de las comunidades judías italianas, le debemos también el haber conseguido que se publicase El Gatopardo, de Giuseppe Tommasi di Lampedusa, cuando nadie apreciaba la magna obra del siciliano.


En El jardín de los Finzi-Contini (Il giardino dei Finzi-Contini), Bassani, rememorando la Ferrara de su juventud, narra en primera persona la relación de amistad que un joven judío (en el que parece verse reflejado el autor) entabla con los hermanos Alberto y Micòl Finzi-Contini, pertenecientes éstos a una familia judía de la altaburguesía ferraresa que vivía de espaldas a la realidad política italiana, a pesar de sufrir las leyes raciales fascistas. Como en muchas obras neorrealistas, el argumento esencillo y no suceden grandes acontecimientos durante la novela: sólo se muestra lo cotidiano. En este caso, las reuniones del narrador con Alberto, Micòl, el joven ingeniero comunista Malnate (amigo de Alberto) y otros en la extensa propiedad de los Finzi-Contini, en su "jardín", en su pista de tenis, en su casa, etc.
El protagonista recuerda con nostalgia esa época en Ferrara: el jardín de los Finzi-Contini es para él símbolo de un tiempo feliz que ya no regresará; también es el lugar donde tuvo un amor imposible, Micòl, de ahí que la novela acabe cuando ya no la vuelve a ver más, al ser ésta enviada, junto a sus padres, a un campo de concentración, primero en Italia y luego en Alemania.
El argumento, por tanto, es de una gran sencillez, pero los personajes se vuelven cercanos y uno acaba siendo partícipe de su rutina. En esa sencillez, propia del día a día, radica, aunque parezca uan contradicción, la fuerza de la novela, ya que presenta situaciones reales, pensamientos y sensaciones que todos hemos tenido, de tal modo que el destino de los personajes, su vida, parece trabarse con la nuestra. Ésa es una de las grandes conquistas del neorrealismo.
En cuanto al estilo narrativo de Bassani, éste opta por hacer narrar al protagonista muchos de los diálogos en vez de transcribirlos a través de la común fórmula de guiones y punto y aparte, con lo que obliga a una adapción a su peculiar forma de contar las cosas. Y, sin embargo, esa forma de narrar hace que nos sintamos con más facilidad a gusto y cómplices con el personaje.
El jardín de los Finzi-Contini abre un vínculo entre el lector y la Ferrara de la primera mitad del siglo XX, aún hoy reconocible si se visita ya que se refiere a lugares señalados. Espero algún día poder conocer esa ciudad (las referencias que de ella tengo, por documentales, son inmejorables) y reencontrarme allí, paseando por Corso Ercole I d'Este, con Bassani y los Finzi-Contini.
P.S. Vittorio de Sica llevó al cine esta novela, con título homónimo.