El Madrid debe luchar contra esa leyenda. Pero no con cortes de mangas de Schuster, ni con declaraciones más o menos extemporáneas de Mijatovic. El Madrid tiene ahora una televisión, en la que puede poner imágenes. Puede poner ahí las jugadas de unos y otros, las entradas que para unos valen amarilla o roja, y para otros, no. Puede contraponer la carga de Pepe a Llorente con el empellón que sufrió De la Red ante el Espanyol. Puede poner las patadas que sufrió De la Red de Maniche tras soltar el balón con la que le dio Javier García al Kun Agüero, y sugerir la comparación.
Pero puede ir más allá. Puede explicar que tras la Guerra Civil el Atlético fue Atlético Aviación. Puede contar que Kubala fue nacionalizado y bautizado para jugar en el Barça y rodar "Los Ases buscan la Paz". Puede poner los cuatro goles que le anularon en 1960, en el Camp Nou el día que el Barça le echó, por primera vez, de la Copa de Europa. Puede contar quién fue Rigo, y cómo tras lo de Guruceta se nombró Delegado Nacional de Deportes al gerente del Barça. Puede poner cada poco lo que pasó dos años seguidos en Tenerife. Puede, de una vez, explicar que no debe nada a nadie. Para que no haya líos.