Homo sum et nihil humanum a me alieno puto

lunes, 6 de octubre de 2008

Madrid, historia viva,nuestra historia.


Madrid es una ciudad muy viva, creativa e integradora. Está llena de edificios apabullantes, preciosos, elegantes, dignos de una gran capital europea. Pero además es historia viva; es nuestra historia recordada en calles, plazas, monumentos, museos, jardines, parques, cafés, bares, librerías... Esto es lo que no he dejado de pensar en esta semana que llevo aquí. Todo está impregnado de historia, de historia de España. La plaza Mayor y sus alrededores y la plaza de la Villa recuerdan al Madrid de los Austrias, con sus edificios reales magníficos en su sobriedad, y es inevitable pensar en sus callejas recorridas por figuras embozadas en noches rotas; la estatua de la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá y el Palacio Real a Carlos III y sus planes ilustrados (aunque absolutistas); el edificio de Correos y los inicios del siglo XX; calles y paradas de Metro homenajean en la memoria colectiva a los más significativos personajes: artistas como Velázquez o Goya; militares como Serrano; políticos decimonónicos que escribieron las primeras páginas de la España liberal y parlamentaria (Espartero, Cánovas, Sagasta, Canalejas); escritotres e intelectuales de la talla de Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Galdós, Pardo Bazán, Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Ortega y Gasset, los integrantes de la Generación del 27 en la Residencia de Estudiantes, la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, la Generación de los 50 apadrinada por Aleixandre... Madrid nos recuerda el enorme patrimonio con el que cuenta España desde hace siglos. También lo mucho que costó acabar con la última de las tiranías que ha sufrido el país desde tiempo atrás: el edificio de las Cortes me llenó de orgullo, pensando en que ahí dentro estamos representados todos, con nuestros derechos inalienables. No hay que olvidar lo mucho que costó conseguirlo y lo que significa tener una cámara donde individuos electos representan la soberanía popular.

P.D. Ya que mi padre estudió aquí en Madrid, es inevitable que me acuerde mucho de él. Madrid es también su Madrid para mí- Lo curioso es que también me acuerdo de ti, David. En Madrid te comprendo un poco mejor. Un abrazo.


P.P.D Oye, David, ¿no creesque tus alumnos entenderían o al menos estudiarían mejor la historia de España que les das en Madrid? Hasta en el metro te dicen quién es Serrano o te muestran grabados de Goya.

1 comentario:

Jorge¡¡¡ dijo...

Ole, Rubén¡¡¡

Preciosa entrada¡¡¡

Sigue disfrutando de Madrid¡¡¡

Un saludo¡¡¡

Suerte¡¡