Homo sum et nihil humanum a me alieno puto

martes, 20 de mayo de 2008

"ASTROV. (...)Además, yo admito que se talen bosques por necesidad; pero, ¿por qué exterminar los bosques? Los bosques rusos gimen bajo el hacha, los árboles perecen a millones, los habitáculos de alas aves y los animales son devastados, los ríos pierden caudal y se secan, desaparecen sin remedio maravillosos paisajes... Y todo porque el hombre perezoso no tiene sentido común suficiente para agacharse y recoger el combustible del suelo. (A ELENA ADRÉIEVNA). ¿No estoy en lo cierto, señora? Hace falta ser un bárbaro insensato para destruir lo que nosotros no podemos crear. El hombre está dotado de intelgiencia y fuerza creativa para multiplica lo que se le ha dado. Sin embargo, hasta ahora no ha creado, ha destruido. (...). (A VOINITSKI). Tú me miras con ironía y todo lo que estoy diciendo te parece poco serio... incluso es posible que se trate, en efecto, de una chifladura, pero cuando paso cerca de los bosques que he salvado de la tala o cuando oigo rumorear las hojas de un bosque joven plantado por mis manos, tengo conciencia de que el clima está también un poco en mi poder y de que si el hombre llega a ser feliz allá dentro de mil años, también habré contribuido un poco a ello. Cuando planto un abedul y luego lo veo verdear mecido por el viento, mi alma rebosa de orgullo y yo..."
Antón Chéjov, El tío Vania, Acto Primero.
Esta obra se estrenó en 1899 y parece que fue escrita hoy, con motivo de la preocupación por el cambio climático. La verdad es que lleva mucha razónen dos cosas: por un lado, incluso hoy, como entonces, se toman a broma las amenazas que ponen en peligro el futuro del planeta; por otro, es muy cierto que uno se siente muy bien consigo mismo cuando contribuye a preservar la naturaleza. ¡Grande, Chéjov!

2 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Los grandes serán siempre actuales, Kafka, Kavafis, Chejov y otros mas.

Saludos

Anónimo dijo...

Thanks to the blog owner. What a blog! nice idea.